Páginas

EDITORIAL.Antonio Martínez Flores. Presidente del Consorcio Manchego

 

Sin título

En estos últimos meses, tres han sido a mi juicio, las novedades más importantes que se han producido respecto al sector ovino en nuestra región:

  1. La presentación, el pasado mes de octubre, de la Estrategia Regional para la Ganadería en Castilla-La Mancha: Horizonte 2015,
  2. La publicación del famoso Decreto por el que se regula la Marca de Calidad Agroalimentaria “Castilla-La Mancha Calidad Diferenciada”
  3. El apoyo que ha manifestado públicamente la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de nuestra Comunidad, al progreso de la raza Lacaune en esta Región.

Actualmente, el panorama no es nada halagüeño para un ganadero que apuesta por una raza autóctona, aunque esté acogido a una Producción Protegida (D.O. e IGP), teniendo en cuenta la postura de la Administración. ¿Por qué? Pues a mi criterio, simple y llanamente, porque algunos tenemos que ser los sacrificados, para que otros puedan avanzar. 

No debemos olvidar que no estamos en la misma situación, ni luchamos con las mismas armas. A bote pronto, se me ocurren dos aspectos cruciales:

• Mejora Genética: Otras razas, como la Lacaune, Assaf…,además de las ayudas de la Administración nacional y autonómica, tienen a su disposición un patrimonio genético que se comercializa, y que supone un progreso rápido para las ganaderías, además del consabido “asesoramiento” y apoyo técnico. En pocas palabras, un ganadero de estas razas foráneas puede comprar un macho mejorante. Nosotros lo tenemos que “fabricar”, nadie nos lo puede vender.

El producto diferenciado y protegido se está “adulterando”.O bien se admiten razas no autóctonas en el pliego de condiciones existente (el Lechazo de Castilla y León admite corderos de raza Assaf, y no únicamente de Churra, Castellana y Ojalada, como hasta hace unos meses), o bien se inventan nuevas marcas de “Calidad”, no tan restrictivas, más fáciles de cumplir, con lo que se amplía el abanico de los productos para comercializar, mediante un “todo vale”. Es el caso de “Castilla-La Mancha Calidad Diferenciada”, “Cordero Selecto Certificado”, “Tierra de Sabor”, etc., en los que caben una gran heterogeneidad de producto. ¿No será así más  fácil confundir al ganadero y al consumidor?

Pero… ¿Por qué crear más estructuras, en lugar de promover y fomentar las que ya existen? ¿De verdad se pretende proteger a alguien? ¿Hasta qué punto es “legítima” esta situación?

Si nadie le pone remedio, podría desaparecer la oveja manchega y muchos de los ganaderos que hemos apostado por esta Raza, e incluso, el Queso Manchego dejará de ofrecer la calidad que tiene, reconocida a nivel nacional e internacional, y se convertirá en una mezcla “Manchegoide-Roquefort”.

Y qué decir del cordero…no le esperaría un futuro mejor.

Pero mi indignación crece porque entiendo que Castilla La Mancha mantiene un lugar privilegiado en cuanto a Producción Protegida, que la diferencia de otras Comunidades Autónomas. Si tenemos o no razón, el tiempo lo dirá, pero mientras tanto, fijémonos en nuestros vecinos, Castilla y León.

Veamos las semejanzas y diferencias con nuestra ganadería y nuestros productos:

• Los ganaderos de ovino de Castilla y León, mayoritariamente crían otras razas no autóctonas (Assaf, Awassi, Lacaune, etc.), y cierran sus explotaciones por falta de rentabilidad, en número y porcentaje superior a los de aquí. Una de las razones es que no tienen un Queso tan reconocido como el nuestro.

• Como consecuencia de lo anterior, el Sector Industrial Quesero no valora igual la leche (de 0,73 € el litro a los 1,10 € que se paga en Castilla La Mancha, de media).

• Tampoco existe un apoyo mediático al ganadero, y por supuesto, no hay ningún interés en que se mejore o mantenga una determinada calidad de la leche (físicoquímica), sino que se produzca cuanta más leche mejor, de la raza que sea, en explotaciones intensivas o extensivas, para garantizar un precio más económico.

En este sentido, el Quesero Manchego viene demostrando sobradamente el apoyo al Programa de Mejora, de Selección de la Raza Ovina Manchega, mediante ayudas a la compra de sementales, a la incorporación de nuevas ganaderías, etc.

• Castilla y León ha impulsado una Marca de Calidad (“Tierra de Sabor”) con la que intenta quitar mercado a sus competidores, aún sacrificando, para mi gusto, la calidad diferenciada. De hecho, pretende englobar el 90% de la producción ovina. ¿Habrá tenido que ver la situación de partida anteriormente comentada?

• En el cordero hay otro problema, su bajo consumo. Hasta hace poco tiempo mantenían una IGP muy reconocida por el consumidor, el Lechazo de Castilla y León, pero la Administración regional ha modificado su reglamento y admite corderos de razas no autóctonas,sacrificando calidad por cantidad. ¿Qué supone eso para el ganadero tradicional?

Y como colofón, la Estrategia Regional para la Ganadería (se presenta un resumen en las próximas páginas). ¿Las acciones propuestas van a repercutir en una mejora del sector a nivel del ganadero, o la mejora va a ser a nivel administrativo y estructural únicamente? Por cierto, mejora muy necesaria, pues actualmente nos vuelven locos moviendo papeles, con exigencias poco razonables. 

No pongo en duda que mucho de lo expuesto en la Estrategia Regional sea necesario y útil, aunque parece ser más un compendio de acciones (incluidas subvenciones) que llevan años en marcha, que medidas novedosas.

Muchas son las cuestiones que nos preocupan actualmente a los ganaderos, y la primera es durante cuanto tiempo seremos capaces de aguantar. Mientras tanto, esperemos poder hallar las soluciones y las respuestas a nuestras preguntas.

Aplausos[4]

FEDERAPES