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Una reivindicación razonable de la materia prima española de calidad.Agronline.

 
 
Eugenio Occhialini - Director de ORIGEN

Sin patriotismos absurdos, ante ofertas de precios y niveles similares, nacionales y foráneas, el consumidor debería optar por apoyar la labor de nuestros productores agrícolas y artesanos

Hace pocas semanas un amigo de Nueva York me envió un artículo publicado por Glenn Collins en “The New York Times” en el que se auguraba una inminente “explosión” (hubo quien se asustó incluso por el término) de la cocina y los productos españoles en Estados Unidos. Ojalá sea verdad y también, como nos apuntaba en una entrevista el pasado año el cocinero Joan Roca, que la penetración de nuestra materia prima en los mercados mundiales acabe siendo un especie de “lluvia fina” y la consecuencia directa y pausada del éxito de nuestros cocineros creativos y de sus platos en todo el planeta.
Pero, mientras estas tendencias se consolidan, muchos productores lo están pasando realmente mal a consecuencia de la caída del mercado interior y algunos reclaman unas ciertas soluciones autárquicas. De hecho, son varios los que nos han demandado que capitaneemos, desde ORIGEN, una defensa del producto nacional frente a otros de calidad similar de otras procedencias.
Todos nuestros lectores y anunciantes conocen que, desde los inicios de nuestra publicación, hace ocho años, siempre tuvimos como objetivo principal valorizar, de cara a los consumidores y también a los prescriptores, la gran cantidad de productos de calidad que tenemos en nuestra despensa, la variedad y singularidad de muchas de nuestras materias primas y nuestra cultura gastronómica, que es inmensa. Informar y formar alrededor de ello ha sido nuestro lema, no solo el de ORIGEN sino el de todas las publicaciones del Grupo Eumedia.
Porque pensamos que la buena información y el conocimiento de la historia de nuestros productores son herramientas esenciales para que estos buenos productos se consuman,  objetivo final y única manera de que se sigan elaborando cada vez mejor. 
Creemos tanto en la bondad de la despensa española que solo productos con este origen, peninsulares e insulares, han llenado las páginas de las 69 entregas de nuestra publicación, que ha ido evolucionando con el paso de los años pero siempre respetando esta filosofía de la que estamos absolutamente convencidos. Porque de la materia prima de otras procedencias ya hablan otros muchas veces incluso con más pasión del que la propia materia prima merece.
Nuestra labor pedagógica aspira también a que el consumidor, a veces demasiado confiado y cómodo, aprenda a leer el etiquetado de los productos y a defender cada vez más calidad y claridad en este aspecto, porque muchas de las campañas que se han desarrollado en los últimos años no han sido fructíferas. 
Y seguiremos defendiendo las marcas de calidad, Denominaciones de Origen Protegidas (DOP), Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) y Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG), además de otras regionales o locales más modestas, como garantía de cumplimiento de una serie de normas de elaboración y de respeto a unos vínculos históricos. 
Es decir, que nuestra defensa del producto nacional la hemos demostrado con hechos, con fotografías y textos, con reportajes y dando voz a los productores, los verdaderos protagonistas de nuestras historias. Porque el consumidor debe decidir a partir de todo los datos, con el máximo conocimiento alrededor de la elaboración del producto y sus pormenores. Pero, más allá de esto, no queremos ser chauvinistas ni radicales ni llevar nuestra reivindicación más allá de la lógica y del sentido común.
ORIGEN no es ni será una publicación integrista. Hay tesoros extraordinarios de todas las procedencias (europeas y americanas, africanas y asiáticas) que se pueden encontrar en las alacenas de nuestras tiendas y supermercados y también invitamos a su consumo. Con una única salvedad: a calidades y precios parecidos, pensamos que no está de más ayudar a nuestros productores, apoyar su lucha y sus desvelos por elaborar un producto cada vez mejor.
Muchos grandes productos alimentarios españoles se están revalorizando y están entre las preferencias de los consumidores más exigentes, ya se trate de aceites, de vinos, de quesos, de conservas o de chacinas, ámbitos en los que, desde luego, contamos con lo mejor. Desde aquí nos comprometemos a seguir apoyándoles y a que el sector siga siendo uno de los principales motores de nuestra economía tras al menos cinco años de una crisis económica tan profunda  como la actual.
Estamos convencidos de que los productos de calidad tienen un extraordinario futuro, como exponente de un mundo rural que puede emerger cada vez más como alternativa al paro y a la falta de negocio que aprisiona a las empresas en las grandes ciudades. Mientras esperamos la mayor difusión de nuestra despensa por todo el mundo (un proceso que podría ser imparable en el futuro si confiamos en las informaciones que nos llegan), es hora de reivindicar, sin patriotismos banales, la excelencia de lo bueno y la importancia de la ecología y la biodiversidad que están en la base de muchas de estas producciones y son nuestro elemento de esperanza de cara a un futuro mejor.

Eugenio Occhialini
FEDERAPES